Windows 8 saldrá al mercado el año próximo. Así figura en unas declaraciones del patrón de Microsoft, Steve Ballmer, reproducidas por la propia compañía. Sin embargo, pocas horas después, la propia Microsoft remitió un comunicado a Zdnet en el que afirmaba que "al parecer hubo una tergiversación. Esperamos impacientes la nueva generación de Windows 7 para el próximo año fiscal.
Hasta le fecha, todavía tenemos que anunciar formalmente el momento o la nomenclatura de la próxima versión de Windows". La críptica nota parece apuntar no tanto un desmentido sobre la fecha como una inseguridad sobre el nombre comercial de la nueva versión.
Según Ballmer, tras comentar que este año se venderán más de 350 millones de licencias de Windows 7, la próxima generación de Windows, a la que llamó Windows 8, tendrá distintas versiones para "slates, tabletas y pecés". De ello se deduce que versiones del nuevo Windows trabajarán con arquitectura ARM en los procesadores, la que emplean la mayoría de tabletas y teléfonos móviles y que es distinta a la empleada por Intel, su socio histórico.
Los ejecutivos de Microsoft habían evitado hasta ahora mencionar el nombre que podría tener la futura versión de Windows. Se referían a ellas como Windows Next. Tampoco querían dar pistas sobre la fecha de lanzamiento.
De las afirmaciones de Ballmer se deduce que habrá distintas opciones del nuevo sistema operativo pensadas para tabletas, ordenadores y móviles profesionales.
